MIGRANTES, en voz baja

El arte, un reflejo de la realidad humana.

Las migraciones han sido, desde los orígenes de nuestra especie, movimientos de influencias e intercambios entre civilizaciones, la riqueza de la libre circulación iba siempre más allá de sus fronteras territoriales.

Más, en la actualidad, a la hora de la mundialización y su esquizofrénica mezcla de proteccionismo y fronterización, las migraciones, de ser fenómenos de influencia e inspiración, se transforman en fuentes de sufrimiento y exclusión.

La íntima relación entre nuestra humanidad y las migraciones hacen de la actual violencia en nuestras fronteras un asunto que nos concierne a todos. Pero la memoria colectiva es corta; olvidamos con facilidad las tragedias y la desesperanza de la impotencia. Así, la creación artística tiene la encomienda de luchar contra esta amnesia general, producir obras cuya representación de las tragedias vividas por los migrantes se alcen como homenaje crítico a quienes la padecieron y aún la sufren cotidianamente. Su drama no es un asunto del pasado, se encuentra bien anclado en nuestro presente, fincado en nuestra historia.

Visto a través del arte, ese fenómeno nos lleva a la reflexión; su emoción conlleva una lección: al interpelar nuestros sentidos, cuestionan a la vez nuestras acciones y rinden homenaje a quienes viven el profundo dolor de su horror

Presento esa obra en forma de libro porque estamos en un capítulo de la historia que aún no termina y ya parecería olvidado. Este libro busca no solo inmortalizar esas terribles historias, pero, ante todo, salvarlas de la pretendida invisibilización en que se encuentran.

MIGRANTES, en voz baja

Libro. Mide cerrado 177x120cm

pigmentos, acrílica, tintas, acuarela, carboncillo, telas, flores secas, alambre de púas, colage sobre papeles encolados sobre telas y cartones.